martes, 15 de noviembre de 2016

El principe de Maquiavelo

Nicolás Maquiavelo: El Príncipe


Leida Esteva es Goteva
noviembre 15, 2016.

            Para introducir un tema que fue desarrollado por Maquiavelo, debemos señalar en primer término que debemos analizarlo desde un punto de vista imparcial dejando de lado las emociones o valores inculcados en nuestra socialización. De no hacerlo así, siempre llevaremos la etiqueta del prejuicio marcado en nuestras opiniones. Dicho esto nos proponemos analizar la primera premisa de estudio dando una explicación maquiavélica y otra personal a la frase: el fin justifica los medios (elaleph, 1999).
            Para Maquiavelo toda acción que llevara a la creación de la ciudad estado era justificable aunque no pareciera una acción "buena" para algunos.   Dicho esto, aconsejaba en las palabras de su libro a los príncipes y gobernantes de su época a hacer lo necesario para llegar a dicho fin.  Mantenía la creencia que algunos medios crueles eran necesarios para lograr el bien general. Para lograr esto era necesario que dicho gobernante supiera el arte de obtener el poder porque con la ausencia de este era imposible gobernar. Mantenía además que para gobernar en ocasiones hay que actuar en contra de la moral. Y que el comportamiento general de un líder, debe mantener un estado benigno de acciones, sin olvidar que debe hacer el mal si es necesario para obtener un fin que beneficie a la mayoría.
            En realidad, Maquiavelo era un hombre práctico y realista que decía lo necesario para lograr cambios en el gobierno de su tiempo. Sus palabras eran criticadas negativamente porque tocaban fibras profundas o quizás porque develaba las verdaderas intenciones de los gobernantes de su época. No podremos saber a ciencia cierta cuál de las dos premisas es la verdad, pero las palabras y consejos de Maquiavelo siguen influyendo en los gobiernos de todos los países de la actualidad. Él decía que un príncipe debe tener la "habilidad del zorro y la valentía de un león" (elaleph, 1999); actitudes que vemos en los políticos de nuestros días. Hay que ser sinceros cuando nos disponemos a hablar de ello, pues vemos en los votantes muestras de que aún hoy día emiten su voto solo por simpatía y no por razones justificadas sobre los candidatos.  Aunque no hablaremos de nombres específicos podemos ofrecer el siguiente ejemplo en nuestro país. Hoy día el pueblo ha decidido votar por el hijo de un gobernante del pasado que, aunque es muy joven y sin experiencia, le han elegido como el candidato para dirigir el pueblo en el futuro.  Muchos de esos votantes han expresado que lo eligieron porque es hijo de alguien que fue un buen gobernante olvidando que fue el gobierno más corrupto de nuestra historia. Es impresionante la forma en que aquel hombre se ganó la simpatía del pueblo haciendo que olvidaran sus errores y apoyando aún después de muchos años a su familia.  ¿Es esta la forma en que Maquiavelo describía el significado del poder? Ser amado o temido, esa es la pregunta.
            Por otro lado, luego de obtener el poder y la fidelidad de un pueblo entero, el gobernante estaría preparado para actuar aludiendo al beneficio de ese pueblo que le ha dado su confianza.  Hoy hemos visto que esa es la frase más utilizada en boca de nuestros líderes. Con esta "razón" se han diseñado crueles guerras y lo más increíble de todo es que el pueblo envía a sus hijos orgullosos de participar en ellas. En este caso, ¿el fin justifica los medios? Pero si miramos un perfil más pequeño de nuestra vida cotidiana y nos fijamos en una madre, podremos encontrar situaciones muy parecidas que pueden etiquetarse con el nombre de maquiavélicas. Suponiendo que una madre defiende a sus hijos contra todo obstáculo afirmamos que puede llegar a matar cruelmente a un agresor por ese fin y así lo llamamos defensa propia. En el caso de las madres nos podemos encontrar que puede llegar incluso a ofrecer su propia vida para llegar a la finalidad de defender sus hijos. ¿Puede ser considerado maquiavélico esa acción tan radical? En este caso seguramente apoyaríamos las acciones de la madre, aunque siguen siendo tajantes, pero aquí el fin justifica los medios.
            Otro ejemplo de este maquiavélico postulado  se puede encontrar al analizar el caso del programa de eutanasia de millones de niños y adultos en la época de la Alemania nazi que se expone en el Museo en memoria del Holocausto en Washington, DC.  Las personas que tenían enfermedades mentales como esquizofrenia, epilepsia o locura, eran eliminadas por medio de inyección o pastillas en un acto llamado misericordioso por sus ejecutores. Este acto era cometido por orden médica y a instancias de Hitler y lo más impresionante de todo era que las enfermeras y las monjas de la época eran las encargadas de dicha acción con el fin escondido de preservar la pureza de la sangre alemana. ¿Era este fin suficiente para este acto de crueldad? Hitler lo creía así con firmeza  por lo que hizo lo que Maquiavelo llamó las acciones de un príncipe (ushmm, 2000).
            Aunque este tema tiene muchas vertientes y ejemplos, expresaremos nuestra opinión de forma imparcial y sin incluir la enseñanza moral de nuestra cultura. Creemos que cada acción tiene consecuencias que pueden ser positivas o negativas, afectar a muchos o a pocos, pero toda acción definitivamente es la consecuencia de una decisión que tomamos en determinado momento. Toda nuestra vida circula en vías de decisiones que debemos tomar para actuar de una forma u otra.  Si decidimos que pasaremos un día próspero, hacemos lo propio para que nada interrumpa ese estado de ánimo, pero si nos levantamos con "el pie izquierdo de la cama" , el día se convierte en una pesadilla. Aunque no nos demos cuenta, el principio de ese día es una decisión que tomamos inconscientemente. En el caso de Maquiavelo considero que fue muy explícito en sus palabras aunque llegó a ser contradictorio.  Si pudiéramos pesar los conceptos de temido y amado, debemos decir que la balanza debería estar equilibrada, pero a palabras de Maquiavelo, recalcó que un gobernante nunca debería ser odiado, pues sería contraproducente. Así que en mi opinión, un líder debe tomar decisiones fuertes que pueden afectar la vida de muchas personas negativa o positivamente, lo que nunca debe hacer es manipular los actos para convertirlos en tragedias sin explicación que dañan a personas que siempre resultan ser inocentes y que repercuten producto de un deseo egoísta que nada tiene que ver con el bienestar del pueblo.
            No podemos complacer a todos, esa es la verdad.  Si en un pueblo pequeño se ve a una mujer con hijos sola en fiestas se dice que es una mujer fácil.  Si se le ve que nunca sale de su casa, se dice que es una mujer antisocial.  Si la ve acompañada de hombres es prostituta, pero si la ven con mujeres es lesbiana. Al parecer el pensamiento general de las personas comunes no está lejos de ser maquiavélico pues pensamos de forma negativa hacia los demás. Esta es la excusa que usamos aunque no lo digamos de esa misma manera "el fin justifica los medio": Lamentable verdad. Como toque final, quedan mis palabras a disposición de sus opiniones como maquiavélicas o como descripción de la verdad en la que vivimos.[1]



Bibliografía

elaleph. (1999). El principe. educ.ar: elaleph.
ushmm. (2000). EL PROGRAMA DE EUTANASIA. Obtenido de https://www.ushmm.org: https://www.ushmm.org/wlc/es/article.php?ModuleId=10007017






[1] Recomendamos el documental en You Tube sobre el tema que nos ha servido de referencia: https://www.youtube.com/watch?v=DUZOP5TTwoA

No hay comentarios:

Publicar un comentario